
El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, anunció este 14 de mayo su decisión de declinar su candidatura a la reelección en las elecciones generales de agosto de 2025. En un mensaje a la nación, expresó que no será “un factor de división del voto popular” ni permitirá “que se haga realidad un proyecto de derecha fascistoide con el cual se pretende destruir el Estado Plurinacional”. La determinación, sorpresiva en el escenario político, fue presentada como un acto de responsabilidad histórica y compromiso con la unidad del campo popular.
Arce, líder del actual gobierno de izquierda, insistió en que la coyuntura exige coherencia política y claridad ideológica. “O defendemos nuestro Estado Plurinacional y sus conquistas populares, o con la división facilitamos el retorno de la derecha al gobierno”, advirtió. También aseguró que continuará luchando desde donde le toque estar, reafirmando su voluntad de seguir impulsando el proceso de cambio junto al pueblo boliviano.
Con este anuncio, el mandatario deja una fuerte señal de desprendimiento político y compromiso con la estabilidad del país. Su decisión plantea ahora el desafío de construir una candidatura de unidad dentro del movimiento popular que enfrente con firmeza el avance de la derecha, manteniendo vivos los principios del modelo económico y social que ha marcado su gestión.
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